Año tras años, la crisis del sector cinematográfico español aumenta. En 2008, se perdieron 1,4 millones de espectadores y su declive continúa.
En 2009, el cine español se enfrenta a una situación aún más difícil. Tiene que tiene que luchar contra su propia crisis en un contexto de dificultades económicas a nivel global que repercute de manera profunda en industria cinematográfica.
Llevamos varios años preguntándonos qué hace mal el sector del cine español, pero las soluciones todavía no han llegado. Muchos de los espectadores, especialmente los jóvenes, se niegan a ir al cine y pagar dinero por ver “españoladas”.
Este hecho demuestra que los espectadores que van al cine a ver películas español son en su mayoría personas de unos 40 o 50 años. Los directores españoles todavía tienen que demostrar que también pueden entretener a los jóvenes.
Por el momento, tan solo la nueva generación de directores españoles como Amenábar, Álex de la Iglesia o Santiago Segura arrojan algo de luz y esperanza en la recuperación del cine español.
Películas como “Mar adentro”, “Los crímenes de Oxford”, “Torrente” o “Mortadelo y Filemon” lograron el éxito en las taquillas españolas. Sin embargo, tres o cuatro películas taquilleras al año no son suficientes para el resurgimiento de la industria cinematográfica española.
Se necesita mucho más para mejorar su situación. El presupuesto de las producciones españolas es minúsculo en comparación de las películas que proceden de Hollywood u otros países europeos.
Es cierto que el presupuesto no siempre garantiza el éxito de las películas, pero sin duda es necesario para hacer un cine de calidad y atraer a más espectadores a las salas de cine.
La piratería, es otra de las enemigas del cine español, pero no es la única. La piratería afecta a toda la industria del cine, pero como en muchos otros casos a las industrias más frágiles como la española le hace más daño.
La conclusión más sabia que podemos sacar de esta reflexión es que la falta de recursos económicos y la piratería son dos de los causantes de la crisis del cine español.
Sin embargo, no olvidemos que nuestro cine no podrá resucitar sin contar con la creatividad, originalidad y el ingenio de muchos directores españoles que pueden revolucionar la industria cinematográfica española si les concedemos una oportunidad.