"Yo no puedo leer un artículo entero en la pantalla; si es largo, lo imprimo en papel". Esta es la frase que ha protegido a la industria editorial frente al libro electrónico. Ya son varios los modelos de este tipo de dispositivos que se han retirado del mercado debido a su escaso éxito.
Hoy en día van mejorando, con una tecnología que imita al papel, evitando daños oculares. La cantidad de espacio disponible permite almacenar numerosos libros en un solo aparato, lo que es un gran ahorro de espacio.

A pesar de ello, aún siguen siendo caros y no están disponibles en color, lo que no los hace tan atractivos. La lenta tecnología de refresco de la pantalla aún tiene que mejorar así como los sistemas anticopia.
Si es cierto que cada vez existen más iniciativas en la red como el proyecto Guttemberg o Wikibooks, que ofrecen gratuitamente descargas de libros.
Ahora, el libro electrónico es un aparato tecnológico más, ese que todos quieren y que aún pocos tienen. Pero según los expertos será una auténtica revolución que cambiará nuestra forma de leer, de escribir y de pensar en literatura. Aunque no es el fin del papel, parece que en productos como guías de viaje o diccionarios la versión electrónica sí desbancará a la tradicional.
El libro electrónico está aquí para quedarse. Algún día llevaremos la biblioteca entera en el bolsillo, pero por el momento, en el metro la gente aún lleva un libro de papel en las manos.
Si quieres saber más sobre el libro electrónico, consulta estos enlaces:
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