Los cantautores españoles se encuentran en buena forma. En este tiempo de crisis que todo es tan difícil para todos, y más aún en el panorama musical, encontramos un pequeño escuadrón de supervivientes sin necesidad de superproducciones.
Al talento le añades esfuerzo, sentimiento y un empujón, en algunos casos con MySpace, y todo sale rodado. Últimamente podemos observar un auge de estas pequeñas producciones con artistas como Russian Red, Iván Ferreiro, o más recientemente Coque Malla y Javier Álvarez, que con su música siguen llenando las salas de conciertos. Sin olvidarnos además que los empresarios de estos locales no les ponen las cosas fáciles, de ahí el encarecimiento de las entradas.
Una de las razones de este auge lo encontramos en la buena adaptación de estos músicos a las nuevas tecnologías. Y me refiero a Internet. Muchos de ellos han basado sus campañas de promoción en la gran red de redes, incluso publicando su álbum completo en la Web antes de su venta. Con esta táctica han ganado por goleada a esa multitud de asesores que gozan un gran sueldo en las discográficas, y que nunca imaginaron esta buena aceptación del público.
Todo músico sabe que los discos, hoy día no dan dinero, y que el verdadero beneficio se recoge en la gira de conciertos. De ahí que muchos se dejen la piel en cada una de las actuaciones como si fuese la última.
Ahora que llega el verano no podemos dejar de lado lo que los festivales aportan a los artistas. Estos eventos, que se encuentran cada vez más en alza, facilitan a los músicos gozar de buenas instalaciones alejados de aquellos locales con mala acústica y foro reducido. Además enriquecen el panorama musical con una gran variedad de artistas y exclusivos directos que el publico siempre recordará.
Con todo esto quiero revindicar que la buena música no siempre se encuentra ligada a contratos millonarios, y que nuestro pequeño escuadrón de cantautores seguirá ascendiendo si hay oídos que les escuchen.
Al talento le añades esfuerzo, sentimiento y un empujón, en algunos casos con MySpace, y todo sale rodado. Últimamente podemos observar un auge de estas pequeñas producciones con artistas como Russian Red, Iván Ferreiro, o más recientemente Coque Malla y Javier Álvarez, que con su música siguen llenando las salas de conciertos. Sin olvidarnos además que los empresarios de estos locales no les ponen las cosas fáciles, de ahí el encarecimiento de las entradas.
Una de las razones de este auge lo encontramos en la buena adaptación de estos músicos a las nuevas tecnologías. Y me refiero a Internet. Muchos de ellos han basado sus campañas de promoción en la gran red de redes, incluso publicando su álbum completo en la Web antes de su venta. Con esta táctica han ganado por goleada a esa multitud de asesores que gozan un gran sueldo en las discográficas, y que nunca imaginaron esta buena aceptación del público.
Todo músico sabe que los discos, hoy día no dan dinero, y que el verdadero beneficio se recoge en la gira de conciertos. De ahí que muchos se dejen la piel en cada una de las actuaciones como si fuese la última.
Ahora que llega el verano no podemos dejar de lado lo que los festivales aportan a los artistas. Estos eventos, que se encuentran cada vez más en alza, facilitan a los músicos gozar de buenas instalaciones alejados de aquellos locales con mala acústica y foro reducido. Además enriquecen el panorama musical con una gran variedad de artistas y exclusivos directos que el publico siempre recordará.
Con todo esto quiero revindicar que la buena música no siempre se encuentra ligada a contratos millonarios, y que nuestro pequeño escuadrón de cantautores seguirá ascendiendo si hay oídos que les escuchen.
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